La natación española, desatendida en la desescalada

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La natación española necesita salir a flote urgentemente. Se requiere para ello la apertura inmediata de las piscinas en la Fase 1 de la desescalada planteada por el Gobierno de España debido a la crisis de la COVID-19, y la revisión del injustificable aforo actual de un nadador/a por calle en el uso deportivo de las piscinas en la Fase 2. Hablamos de nuestros 70.000 federados, integrados en más de mil clubes deportivos, y de un colectivo de 1.000.000 practicantes de la natación en España que hacen uso de las piscinas para la práctica deportiva saludable y para el aprendizaje de la natación.

Comunicación RFEN

Es de vital importancia para la viabilidad de los clubes que se establezca un uso menos restrictivo de las piscinas para los federados y practicantes, devolviendo con ello el motor económico que permitirá a las entidades deportivas su recuperación y, por ende, evitar su desaparición.

El informe oficial del CSIC del 5 de mayo sobre el agua tratada de las piscinas es concluyente en cuanto a la nula transmisión del coronavirus en las mismas. En opinión del presidente de la RFEN, Fernando Carpena, “resulta necesaria y urgente la reapertura de las piscinas en Fase 1, y en las condiciones de seguridad y aforo equiparables al resto de disciplinas deportivas que ya se están practicando.  La regulación actual es a todas luces inapropiada, por lo que nos consideramos desasistidos y en condiciones desiguales al resto de los deportes, ya está científicamente acreditado que nuestra actividad implica menos riesgos que otras. Lo cierto es que el grueso de la natación está todavía en dique seco”.

PROPUESTA AL CSD

Fernando Carpena afirma también que “el miércoles pasado presentamos una propuesta al CSD avalada en ese momento por más de 110 clubes. El objetivo era y es muy claro: que incluyan la práctica deportiva de la natación en la Fase 1 y que se revisaran los criterios de 1 nadador por calle. Cierto que pareció tener buena acogida, pero hoy es martes y seguimos igual pese a que en el fin de semana se han modificado en otras especialidades deportivas condiciones para su práctica en Fase 1. En estos momentos, la mayor parte de España está en Fase 1, pero la natación en piscina en esos territorios no se puede practicar. De los territorios en Fase 2, en la mayor parte de los casos, las limitaciones de aforo en el uso de las piscinas no justifican su apertura o son inaccesibles para la mayoría de los deportistas”.

Fernando Carpena añade que “no se respeta la práctica de la natación en un sentido amplio que, normalmente, para ordenar y optimizar la actividad, utiliza las calles para el nado. A título de ejemplo, en las piscinas para el uso recreativo la única limitación es el 30% del aforo y los 2 metros de distancia. En la práctica de la natación deportiva, si hay corcheras, se nos limita a solo un nadador por calle. Las cuentas son claras: normalmente las piscinas tienen 8 calles por lo que sólo 8 nadadores pueden usarla. El aforo, consecuentemente, es insignificante: en torno al 2%. Los que quieren practicar la natación como actividad deben hacerlo con unas limitaciones extraordinarias, mientras que al resto de usuarios se les aplica una regla mucho más permisiva”.

Y resalta además el presidente de la RFEN otros datos: “A la ya comentada incomprensible limitación de un nadador/a por calle, la norma no distingue que la piscina sea de 25 o de 50 metros, o que las calles midan 2 ó 2,5 metros de ancho. Es un verdadero despropósito que hemos intentado corregir solicitando que se nos escuche. Consideramos por ello que estamos en condiciones desiguales respecto al resto de los deportes, puesto que estando científicamente acreditado que nuestra actividad es más segura que otras, sin embargo nos imponen muchas más limitaciones”.

Para finalizar, Fernando Carpena advierte sobre las consecuencias si no se atienden urgentemente los requerimientos de la natación española: “Las consecuencias de estas injustificadas e inexplicables limitaciones ponen en riesgo la viabilidad y sostenimiento de los clubes, porque la pérdida de socios es constante y progresiva”.

Concluye el presidente con el siguiente mensaje: “Si esto no se corrige, los clubes sufrirán una merma económica brutal, por lo que para conseguir superar la crisis en la que se ven inmersos y atender a su masa social, suprimirán gastos fundamentalmente en la inversión en el deporte federado. Y no olvidemos que el deporte español se sostiene en la amplia base que conforman los clubes. Si estos caen, las estructuras se tambalean”.